¿Por qué ganó Milei en Tierra del Fuego? por Fernando Chiesa

El llamativo triunfo de Javier Milei en Tierra del Fuego ha generado una ola de preguntas y análisis en el escenario político. La victoria parece aún más desconcertante cuando se considera que:

  • El peronismo había dominado en 5 de las últimas 6 PASO fueguinas previas a 2023, siendo además reelecto en los tres municipios.
  • El gobernador Gustavo Melella, aliado cercano del peronismo, triunfó en mayo de este año con más del 50%.
  • Milei criticó fuertemente el régimen de promoción económica e industrial fueguino calificándolo como una “estafa a los argentinos de bien”.

Entonces, ¿qué factores contribuyeron a contrarrestar las circunstancias que podían augurarle un resultado adverso? A continuación, exploramos algunas claves que pueden ayudar a contextualizar y comprender mejor este fenómeno electoral.

  • Dinámica Nacional vs Subnacional: Las elecciones nacionales tienen su propia dinámica, distinta de las subnacionales. En entrevistas previas a las PASO, ante los modestos o incluso magros desempeños que venía obteniendo La Libertad Avanza en elecciones provinciales de todo el país, expresé que constituía un error proyectar esos resultados al ámbito nacional. El 13 de agosto se confirmó esta tendencia cuando Milei logró ganar en 16 de los 24 distritos del país, , incluso allí donde su fuerza política no había rendido ¿Cómo es posible que se den ambos resultados, en apariencia contradictorios?  Existen distintos niveles de abstracción en el modo en que los ciudadanos se relacionan con lo político, desde lo hiperlocal como la cuadra o el barrio, pasando por la ciudad y la provincia, hasta llegar a la escala nacional. A medida que el nivel se vuelve más cercano y tangible, los factores locales como el estado de las calles, veredas y plazas pueden influir de manera determinante en el voto. En contraste, en niveles más distantes y abstractos, como el ámbito nacional, los votantes tienden a juzgar cuestiones más amplias, como el rumbo económico del país. Esto habilita la emergencia de fenómenos complejos en los que ciudadanos eligen a candidatos de una fuerza política a nivel municipal, mientras que a nivel nacional optan por candidatos de otras fuerzas. En el siglo XX, la lealtad y conexión con un partido político tendían a ser más sólidas y perdurables. En nuestros tiempos de modernidad líquida las afinidades partidarias son menos frecuentes y más volátiles, de menor influencia en el comportamiento electoral.

  • Asociación con el Voto en Blanco: Hubo más del 20% de voto en blanco para gobernador en Tierra del Fuego en mayo, un patrón que se repitió en las elecciones municipales. Pudimos comprobar en estudios propios que Milei evidenciaba una alta intención de voto en ese segmento. Los electores sin representación en las elecciones provinciales parecen haber encontrado su voz en las presidenciales, donde el voto en blanco bajó al 3%.

  • Empleados públicos: Tierra del Fuego posee una de las tasas más elevadas de empleados públicos cada mil habitantes en el país, con salarios que se encuentran también entre los más altos. Pero es crucial entender que no constituyen la totalidad de la población. Existe un segmento significativo de ciudadanos que no forma parte del sector público y que percibe estos empleos o cargos, ya sean administrativos o políticos, como privilegios exclusivos, accesibles solo a través de conexiones y favores. Esta percepción, alineada con el discurso “anticasta” de Milei, puede haber encontrado eco en aquellos que se sienten marginados de dichos beneficios.

  • Régimen de Promoción Industrial:  Entre los fueguinos se ha expandido la creencia de que el régimen de promoción económica e industrial favorece a una minoría de empresarios y que no genera un impacto tangible en la vida diaria de la mayoría. Por esto mismo, la crítica de Milei, que calificó al régimen de “estafa a los argentinos de bien”, en lugar de ser considerada una afrenta a los fueguinos, puede haber resonado en este segmento de votantes que perciben el régimen como un sistema excluyente de privilegios. Además, el fenómeno de la disonancia cognitiva -un concepto de la psicología social que se refiere al conflicto entre creencias y comportamientos- puede haber jugado un papel relevante en aquellos que sí reconocen la importancia del régimen. En este caso, se manifestaría en aquellos ciudadanos que, a pesar de votar por Milei, expresan al mismo tiempo desacuerdo con algunas o la mayoría de sus propuestas, tal como se observa en un estudio de Zubán Córdoba que sondeó el grado de acuerdo de los argentinos con medidas como la dolarización o la privatización de Aerolíneas Argentinas.

  • 35% no es Mayoría: La victoria de Milei con un 35% del voto en Tierra del Fuego no debe interpretarse como un respaldo unánime a su candidatura para presidente. Según nuestros estudios previos a las PASO, casi el 60% de los fueguinos manifestaban que nunca lo apoyarían en las urnas. Esto refleja una complejidad en el panorama político que no puede reducirse a una simple mayoría o minoría. La cifra del 35% evidencia un apoyo significativo, pero también deja en claro que existe una amplia proporción de la población que mantiene serias reservas o rechazos hacia su figura y propuestas. Es importante considerar que este escenario puede cambiar, ya que el entusiasmo generado por el triunfo de Milei en las primarias podría elevar su techo en octubre.

  • Voto Silencioso: Si bien es cierto que el voto a Milei es mayor en Tierra del Fuego entre hombres jóvenes sin afinidad partidaria que desean el reseteo de un sistema que no les permite progresar, también existe un voto silencioso y transversal – ¿quizás más volátil? – que permea otros sectores, manifestándose como indecisión o propensión al voto en blanco hasta el último momento. Ver al respecto un estudio reciente de Betta Lab que busca desmitificar las categorías asociadas al voto de Milei en La Matanza, y que sería interesante replicar a nivel país.

  • Componente Emocional: Nuestros estudios revelaron un nivel sin precedentes de sentimientos negativos entre los fueguinos con respecto a la situación de la provincia y el país, alcanzando un récord del 90% justo antes de las elecciones. Este clima de insatisfacción y descontento creó un terreno propicio para aquellos discursos y modos capaces de empatizar con esas emociones o reflejarlas de manera convincente. 

  • El mito de la ideología: Al contrario de lo que suponen algunos, el grueso del voto de Milei no proviene principalmente de un segmento socioeconómico alto que sostenga fervientemente en los ideales libertarios. Como ya lo sugerían los estudios que muestran el conflicto entre el apoyo a Milei y el desacuerdo con sus propuestas, su voto refleja un deseo profundo y generalizado de cambio, un llamado a romper con el statu quo, más que una adhesión estricta a un conjunto particular de creencias o principios ideológicos.

En síntesis, la conexión con el voto en blanco, la percepción de exclusión de los privilegios tanto en el sector público como en el privado, la disonancia cognitiva, las distintas dinámicas entre los niveles nacional y subnacional,y los sentimientos negativos de los fueguinos con respecto a la provincia y el país pueden explicar parte del llamativo desempeño de Milei en Tierra del Fuego. Pero, tras la catarsis que este resultado puede haber representado para un segmento del electorado que encontró en él un modo de expresar su enojo o frustración, el gran interrogante que surge es si este apoyo inicial se consolidará camino a octubre. De un modo u otro, Milei ha logrado tocar una fibra sensible en parte de los fueguinos.

Autor:

Fernando Chiesa

Sociólogo y director de Focus Research

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