Massa vs Milei: los factores decisivos para el ballotage

El análisis del sociólogo Fernando Chiesa sobre la remontada de Massa, la paradoja del voto económico, el viraje de Milei y los factores decisivos para el ballotage.

Por Fernando Chiesa, sociólogo y director de Focus Research

Javier Milei no ha dudado en describir estas elecciones como las más importantes de los últimos 100 años. Para él y un significativo grupo de sus seguidores, éste es el momento decisivo para desmantelar décadas de intervencionismo estatal y liberarse del yugo de “la casta”, refundando un sistema que consideran fallido. Sin embargo, los resultados de octubre -que no cumplieron las expectativas libertarias- sitúan a Milei en la difícil encrucijada de reducir la incertidumbre sobre el rumbo de un eventual mandato entre los votantes que necesita sumar de cara al ballotage, al tiempo que intenta mantener el respaldo de los electores que lo impulsaron a la segunda vuelta. No pocos de esos seguidores de la primera hora observan con perplejidad el abrazo a sectores políticos que, hasta ahora, eran blanco de sus críticas más vehementes.

Por su parte, Sergio Massa, revitalizado por una histórica remontada el pasado 22 de octubre, aspira a convencer a los argentinos de que puede ser el arquitecto de la unidad nacional -una idea invocada por muchos otros antes- y cerrar la profunda grieta que ha separado a los argentinos por más de 15 años. Este desafío lo enfrenta en medio de una crisis socioeconómica con una pobreza que alcanza al 40% de la población y niveles de inflación que no se registraban desde hace treinta años.

En este entramado de estrategias y recálculos, surge una interrogante crítico:  ¿qué factores determinarán el resultado del inminente balotaje del 19 de noviembre?

El camino desde las PASO

El camino desde las PASO hasta las generales estuvo marcado por un hito en la historia electoral argentina desde la instauración de las primarias en 2011: se registró un incremento en la participación sin precedentes, con un salto notable de 8 puntos que elevó el número de votantes de 24 a 27 millones, equivalente a sumar a la totalidad de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires. Este aumento en la participación no vino solo: se acompañó de la mayor disminución de votos en blanco entre las primarias y las generales desde que existen las PASO, lo que representó 500.000 votos adicionales que se orientaron hacia candidatos específicos.

En los diversos análisis post-electorales, se ha especulado que el electorado de Larreta en las PASO se volcó a favor de Unión por la Patria en las generales, entre otras hipótesis de migración de votos.  Sin embargo, un examen más cuidadoso de los datos sugiere que el aumento de 3 millones de votos de UxP se correlaciona más estrechamente con el incremento general en la participación electoral, complementada por el aporte de 500.000 votos que, en la instancia previa, habían sido en blanco. El descenso de 400.000 votos que experimentó Juntos por el Cambio entre las PASO y las generales no son matemáticamente suficientes para explicar el crecimiento en el respaldo a Massa, ni los 700.000 votos adicionales que recibió Milei.

Un exTransferencia de votos - Andy Tow - Alejandro Baranekcelente trabajo de inferencia estadística llevado a cabo por Andy Tow y Alejandro Baranek (ver cuadro de la izquierda), que examinó la variación de votos en todas las mesas del país entre las elecciones de agosto y octubre, refuerza esta hipótesis. El estudio señala que Bullrich retuvo la gran mayoría de los votos de Larreta, y que el incremento en los votos hacia Massa y Milei proviene en su mayor parte de aquellos votantes que no habían participado en las PASO.

Massa no solo consiguió relegar a Milei al segundo lugar en cinco distritos, cuatro de ellos patagónicos, sino que también registró sus mayores incrementos de votos en zonas de bajos ingresos, áreas donde Milei había sorprendido con fuertes resultados en las PASO.  ¿Qué factores impulsaron este incremento de participación que excedió las proyecciones? Por un lado, la intensificación del trabajo territorial de movilización; por el otro, una comunicación política que utilizó el temor como herramienta estratégica. Resultaron particularmente efectivas las piezas de comunicación comparativas que resaltaban los posibles incrementos en los costos de servicios básicos como el transporte y la salud bajo las potenciales gestiones de Bullrich y Milei. Difundidas masivamente en el tramo final de la campaña, estas piezas no sólo lograron una viralización notable, sino que también marcaron agenda:  el esfuerzo del equipo de campaña de Milei tras las PASO por desmentir estas afirmaciones, son indicativas del alcance y el impacto que han tenido en el electorado.

La paradoja del voto económico.

El análisis del comportamiento electoral abarca una diversidad de perspectivas interpretativas, que van desde la consideración de factores sociológicos hasta el análisis de variables psicosociales y el enfoque de la elección racional, donde el votante es visto como un agente que evalúa estratégicamente los medios y fines antes de tomar una decisión. En este marco, el voto económico es un comportamiento electoral que emerge en ciertas coyunturas y evidencia una dualidad analítica, es retrospectivo cuando evalúa la gestión económica pasada del gobierno y es prospectivo al considerar expectativas futuras y propuestas programáticas. Este voto puede ser, además, egotrópico, al priorizar el impacto directo en el bienestar personal, o sociotrópico, al centrarse en el bienestar colectivo, siendo el egotrópico retrospectivo el que suele prevalecer en las democracias modernas.

En América Latina, como plantea Fabián Echegaray, los electores se caracterizan por ser “ingratos frente a un gobierno responsable por un panorama positivo de la economía e impacientes a la hora de castigar al oficialismo por condiciones negativas”, es decir, existe un mayor peso del voto económico en contextos de insatisfacción que en aquellos de aprobación. Pero existen excepciones a esta regla: cuando los electores consideran que el gobierno no es responsable de la coyuntura económica, el efecto del voto económico puede atenuarse. Un caso emblemático de este fenómeno fue la reelección de Carlos Menem en 1995, a pesar de las repercusiones económicas del ‘Efecto Tequila’: la opinión pública pareció exculpar al presidente de la responsabilidad económica. Así, el voto económico se activa o se inhibe según la responsabilidad que los votantes asignan al gobierno de turno sobre la situación económica actual y esperada.

El caso de Sergio Massa ilustra otra anomalía intrigante en el comportamiento electoral contemporáneo. A pesar de que el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) —un termómetro diseñado por la Universidad de Di Tella que ha mantenido una correlación frecuente con el desempeño electoral de los gobiernos de turno — anticipaba un escenario electoral adverso para el oficialismo, reflejando su valor más bajo en más de dos décadas un mes antes del 22 de octubre, Massa logró una recuperación notoria en las urnas, superando en más de 10 puntos los resultados previos de agosto. Esto insinúa que los electores no vincularon a Massa directamente con la crisis económica vigente, quizás debido a una focalización de la culpa en la figura presidencial que mantiene índices altísimos de imagen negativa. Este fenómeno sugiere una disociación entre la confianza general en el gobierno y la valoración de figuras individuales dentro del mismo, lo cual obliga a repensar la lógica tradicional del voto económico.

De cara al ballotage: estrategias y expectativas.

De cara al ballotage, emergen nuevos interrogantes, entre ellos la posibilidad de revertir el resultado de la primera vuelta. Mario Riorda señala al respecto que, históricamente, en 40 de los últimos 60 ballotages en América Latina, prevaleció el candidato que ganó las elecciones generales, lo que constituye aproximadamente un 67% de los casos.

Respecto a la participación electoral, se podría presuponer que no tendría un efecto determinante. Los datos históricos indican que, en América Latina, las variaciones en la participación entre elecciones generales y ballotages presidenciales no son tan marcadas como las que se observan entre las PASO y las elecciones generales en Argentina. Por ejemplo, en naciones como Chile y Uruguay, la discrepancia en la participación rara vez supera el punto porcentual.

De todos modos, es importante considerar qué elementos podrían influir para que la participación se convierta en un factor decisivo. Entre estos destacan la polarización, la percepción de competitividad entre los candidatos y el grado en que los votantes se sientan representados son elementos clave.

Con respecto a la competitividad, si en la primera vuelta hubo diferencias escasas entre los candidatos que entran al ballotage, o si hay una percepción de que cualquiera de los candidatos puede ganar, es más probable que los votantes participen.

Por otro lado, si los candidatos en la segunda vuelta tienen visiones y propuestas claramente distintas, generando una polarización que active clivajes sociales subyacentes, la motivación para votar puede intensificarse empujando a los ciudadanos a participar para apoyar la opción que más se alinea con sus convicciones y evitar un triunfo del contrario.

En cuanto a la representatividad, si los votantes perciben que ninguno de los aspirantes refleja sus intereses o posturas, es posible que su inclinación a no participar aumente, o que si asisten a votar, sufraguen en blanco o anulen su voto.  

La batalla discursiva y el framing

En la recta final hacia el ballotage, la capacidad para fijar la agenda pública (agenda setting), el condicionamiento (priming) y, sobre todo, la manera en que se presentan y se encuadran los temas de campaña (framing), constituyen recursos determinantes en la formación de la opinión pública. ¿De qué manera? Estableciendo el marco interpretativo e influyendo en el significado que los electores le darán a la elección, lo cual puede tener un efecto significativo en la orientación del voto.

En este sentido, Javier Milei concentra sus esfuerzos de campaña en presentar la elección como el capítulo final del enfrentamiento entre kirchnerismo y antikirchnerismo, con la esperanza de ganar el apoyo de los electores de Juntos por el Cambio para quienes este eje de confrontación es fundamental. Sin embargo, parece haber bajado su intensidad y moderado su tono, luego de la reacción adversa a una serie de acciones y declaraciones polémicas. La propuesta de Benegas Lynch de cortar lazos con el Vaticano, junto con la controvertida iniciativa de Lilla Lemoine sobre la renuncia de paternidad, y los comportamientos erráticos del propio Milei en una entrevista con Esteban Trebocq, resonaron en medios y redes sociales, alimentando las percepciones que Milei se esfuerza por revertir.

Javier Milei se encuentra entonces ante el desafío de proyectar la imagen de una futura gestión presidencial menos impredecible y al mismo tiempo no desencantar su base electoral más intransigente que condena cualquier tipo de acuerdo con la “casta política”, como los acercamientos que ya se iniciaron hacia el sector de Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Al mismo tiempo, la reticencia del radicalismo y de ciertos sectores del PRO a brindar un apoyo decidido a Milei en un hipotético ballotage revela un panorama político. En estas circunstancias, la probabilidad de un aumento del voto en blanco se perfila como un escenario cada vez más factible.

Frente a esta estrategia, Sergio Massa y ‘Unión por la Patria’ buscan distanciarse de una dicotomía que les juega en contra, apostando por la visión de un gobierno de “unidad nacional”, una síntesis dialéctica que pretende conectar con aquellos votantes que, si bien desean un cambio, advierten en Milei un riesgo demasiado grande, un salto hacia lo incierto. Esto podría implicar para Massa incorporar a su gabinete perfiles del radicalismo o del PRO que ayuden a desactivar la polarización kirchnerismo-antikirchnerismo. Al mismo tiempo, no hay más margen para incidentes como el reciente desabastecimiento de combustible, entendiendo que cualquier otro error puede ser determinante en una escenario tan cerrado, tal como lo indican las encuestas de Zubán Córdoba, Atlas Intel y Aresco.

El debate presidencial, que hasta ahora ha representado no mucho más que una plataforma para consolidar las posturas previamente adoptadas por los electores, puede adquirir una dimensión crítica en un contexto electoral tan ajustado, en el que parte del electorado espera definiciones claras. ¿Concretará Milei la dolarización de la economía? ¿Qué rol jugará Mauricio Macri en un eventual gobierno suyo? ¿Cómo se traducirán a la realidad las promesas de Massa de forjar un gobierno de «Unidad Nacional”? Las respuestas a estas preguntas pueden ser el eje sobre el cual giren las preferencias de los votantes indecisos y, por lo tanto, podrían ser determinantes en el resultado final de la elección.

Autor:

Fernando Chiesa

Sociólogo y director de Focus Research

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¿Por qué ganó Milei en Tierra del Fuego? por Fernando Chiesa

El llamativo triunfo de Javier Milei en Tierra del Fuego ha generado una ola de preguntas y análisis en el escenario político. La victoria parece aún más desconcertante cuando se considera que:

  • El peronismo había dominado en 5 de las últimas 6 PASO fueguinas previas a 2023, siendo además reelecto en los tres municipios.
  • El gobernador Gustavo Melella, aliado cercano del peronismo, triunfó en mayo de este año con más del 50%.
  • Milei criticó fuertemente el régimen de promoción económica e industrial fueguino calificándolo como una “estafa a los argentinos de bien”.

Entonces, ¿qué factores contribuyeron a contrarrestar las circunstancias que podían augurarle un resultado adverso? A continuación, exploramos algunas claves que pueden ayudar a contextualizar y comprender mejor este fenómeno electoral.

  • Dinámica Nacional vs Subnacional: Las elecciones nacionales tienen su propia dinámica, distinta de las subnacionales. En entrevistas previas a las PASO, ante los modestos o incluso magros desempeños que venía obteniendo La Libertad Avanza en elecciones provinciales de todo el país, expresé que constituía un error proyectar esos resultados al ámbito nacional. El 13 de agosto se confirmó esta tendencia cuando Milei logró ganar en 16 de los 24 distritos del país, , incluso allí donde su fuerza política no había rendido ¿Cómo es posible que se den ambos resultados, en apariencia contradictorios?  Existen distintos niveles de abstracción en el modo en que los ciudadanos se relacionan con lo político, desde lo hiperlocal como la cuadra o el barrio, pasando por la ciudad y la provincia, hasta llegar a la escala nacional. A medida que el nivel se vuelve más cercano y tangible, los factores locales como el estado de las calles, veredas y plazas pueden influir de manera determinante en el voto. En contraste, en niveles más distantes y abstractos, como el ámbito nacional, los votantes tienden a juzgar cuestiones más amplias, como el rumbo económico del país. Esto habilita la emergencia de fenómenos complejos en los que ciudadanos eligen a candidatos de una fuerza política a nivel municipal, mientras que a nivel nacional optan por candidatos de otras fuerzas. En el siglo XX, la lealtad y conexión con un partido político tendían a ser más sólidas y perdurables. En nuestros tiempos de modernidad líquida las afinidades partidarias son menos frecuentes y más volátiles, de menor influencia en el comportamiento electoral.

  • Asociación con el Voto en Blanco: Hubo más del 20% de voto en blanco para gobernador en Tierra del Fuego en mayo, un patrón que se repitió en las elecciones municipales. Pudimos comprobar en estudios propios que Milei evidenciaba una alta intención de voto en ese segmento. Los electores sin representación en las elecciones provinciales parecen haber encontrado su voz en las presidenciales, donde el voto en blanco bajó al 3%.

  • Empleados públicos: Tierra del Fuego posee una de las tasas más elevadas de empleados públicos cada mil habitantes en el país, con salarios que se encuentran también entre los más altos. Pero es crucial entender que no constituyen la totalidad de la población. Existe un segmento significativo de ciudadanos que no forma parte del sector público y que percibe estos empleos o cargos, ya sean administrativos o políticos, como privilegios exclusivos, accesibles solo a través de conexiones y favores. Esta percepción, alineada con el discurso “anticasta” de Milei, puede haber encontrado eco en aquellos que se sienten marginados de dichos beneficios.

  • Régimen de Promoción Industrial:  Entre los fueguinos se ha expandido la creencia de que el régimen de promoción económica e industrial favorece a una minoría de empresarios y que no genera un impacto tangible en la vida diaria de la mayoría. Por esto mismo, la crítica de Milei, que calificó al régimen de “estafa a los argentinos de bien”, en lugar de ser considerada una afrenta a los fueguinos, puede haber resonado en este segmento de votantes que perciben el régimen como un sistema excluyente de privilegios. Además, el fenómeno de la disonancia cognitiva -un concepto de la psicología social que se refiere al conflicto entre creencias y comportamientos- puede haber jugado un papel relevante en aquellos que sí reconocen la importancia del régimen. En este caso, se manifestaría en aquellos ciudadanos que, a pesar de votar por Milei, expresan al mismo tiempo desacuerdo con algunas o la mayoría de sus propuestas, tal como se observa en un estudio de Zubán Córdoba que sondeó el grado de acuerdo de los argentinos con medidas como la dolarización o la privatización de Aerolíneas Argentinas.

  • 35% no es Mayoría: La victoria de Milei con un 35% del voto en Tierra del Fuego no debe interpretarse como un respaldo unánime a su candidatura para presidente. Según nuestros estudios previos a las PASO, casi el 60% de los fueguinos manifestaban que nunca lo apoyarían en las urnas. Esto refleja una complejidad en el panorama político que no puede reducirse a una simple mayoría o minoría. La cifra del 35% evidencia un apoyo significativo, pero también deja en claro que existe una amplia proporción de la población que mantiene serias reservas o rechazos hacia su figura y propuestas. Es importante considerar que este escenario puede cambiar, ya que el entusiasmo generado por el triunfo de Milei en las primarias podría elevar su techo en octubre.

  • Voto Silencioso: Si bien es cierto que el voto a Milei es mayor en Tierra del Fuego entre hombres jóvenes sin afinidad partidaria que desean el reseteo de un sistema que no les permite progresar, también existe un voto silencioso y transversal – ¿quizás más volátil? – que permea otros sectores, manifestándose como indecisión o propensión al voto en blanco hasta el último momento. Ver al respecto un estudio reciente de Betta Lab que busca desmitificar las categorías asociadas al voto de Milei en La Matanza, y que sería interesante replicar a nivel país.

  • Componente Emocional: Nuestros estudios revelaron un nivel sin precedentes de sentimientos negativos entre los fueguinos con respecto a la situación de la provincia y el país, alcanzando un récord del 90% justo antes de las elecciones. Este clima de insatisfacción y descontento creó un terreno propicio para aquellos discursos y modos capaces de empatizar con esas emociones o reflejarlas de manera convincente. 

  • El mito de la ideología: Al contrario de lo que suponen algunos, el grueso del voto de Milei no proviene principalmente de un segmento socioeconómico alto que sostenga fervientemente en los ideales libertarios. Como ya lo sugerían los estudios que muestran el conflicto entre el apoyo a Milei y el desacuerdo con sus propuestas, su voto refleja un deseo profundo y generalizado de cambio, un llamado a romper con el statu quo, más que una adhesión estricta a un conjunto particular de creencias o principios ideológicos.

En síntesis, la conexión con el voto en blanco, la percepción de exclusión de los privilegios tanto en el sector público como en el privado, la disonancia cognitiva, las distintas dinámicas entre los niveles nacional y subnacional,y los sentimientos negativos de los fueguinos con respecto a la provincia y el país pueden explicar parte del llamativo desempeño de Milei en Tierra del Fuego. Pero, tras la catarsis que este resultado puede haber representado para un segmento del electorado que encontró en él un modo de expresar su enojo o frustración, el gran interrogante que surge es si este apoyo inicial se consolidará camino a octubre. De un modo u otro, Milei ha logrado tocar una fibra sensible en parte de los fueguinos.

Autor:

Fernando Chiesa

Sociólogo y director de Focus Research

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/fernandochiesa/

Twitter: https://twitter.com/ChiesaFernando

Fernando Chiesa exponiendo en el Congreso Nacional de Ciencia Política sobre el impacto de las PASO en el comportamiento electoral argentino

Fernando Chiesa expuso en el Congreso Nacional de Ciencia Política

El sociólogo y director de Focus Research, Fernando Chiesa, presentó un estudio en el Congreso Nacional de Ciencia Política organizado por SAAP donde analizó el impacto de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en el desempeño electoral de las agrupaciones políticas en Argentina. El estudio arroja luz sobre cómo las PASO no solo influencian la conducta de los votantes, sino también las estrategias y discursos empleados por los candidatos y sus partidos. Asimismo, explora la correlación existente entre la cantidad de candidatos que presentan las coaliciones y su rendimiento en las elecciones generales.

Fernando Chiesa en el Congreso Nacional de Ciencia Política

Chiesa, en el panel conformado por reconocidos expertos como Mario Riorda, Claudio Pedemonte, Juan Belbis y Federico Zapata, presentó un análisis de las tendencias desde la implementación de las PASO en 2009, destacando la disminución en la participación electoral y el incremento en la participación entre las PASO y las elecciones generales. Asimismo, señaló que desde 2015, el voto en blanco siempre ha sido mayor en las generales que en las primarias, un fenómeno que se explica por factores como la percepción de la relevancia de la elección general y el voto estratégico tras la información recogida después de las PASO.

El trabajo de Fernando Chiesa aporta una visión única y reveladora sobre cómo las PASO, implementadas por primera vez en 2009 con el objetivo de democratizar la representación de los partidos políticos, han tenido un impacto más allá de su propósito inicial. Según Chiesa, las PASO han influido no solo en la conducta de los votantes, sino también en las estrategias y discursos de los candidatos y sus partidos.

Además de explorar la dinámica del comportamiento electoral, Chiesa destaca la correlación que encontró entre la cantidad de candidatos que las coaliciones presentan y su rendimiento en las elecciones generales. A través de un análisis detallado, propone posibles explicaciones para este fenómeno intrigante.

En una de las conclusiones más llamativas de su estudio, Fernando Chiesa señala que «Desde la primera edición de las PASO en 2011, hemos observado una disminución constante en la participación electoral. Al mismo tiempo, hemos registrado un incremento en la participación entre las PASO y las elecciones generales». Esta observación plantea nuevas preguntas sobre cómo perciben los electores las elecciones y cómo influyen sus percepciones en su comportamiento electoral.

Fernando Chiesa también destaca que, desde 2015, el voto en blanco ha sido consistentemente más alto en las elecciones generales que en las primarias. Aunque esto pueda parecer contraintuitivo a primera vista, Chiesa propone dos factores para explicarlo: la percepción de los votantes de que la elección general es más relevante y la existencia de un componente de voto estratégico.

En su investigación, Fernando Chiesa aborda uno de los aspectos más cruciales de las PASO: la cantidad de candidatos que las agrupaciones políticas presentan. El experto sugiere que esta dinámica puede tener un impacto significativo en el desempeño de los partidos en las elecciones generales. «Nuestros datos indican que, en los distritos donde Juntos por el Cambio presentó una gran cantidad de candidatos en las PASO, tendían a experimentar un rendimiento electoral inferior en las elecciones generales», señaló Chiesa.

Fernando Chiesa exponiendo en el Congreso Nacional de Ciencia Política de SAAP
Fernando Chiesa expuso su estudio sobre el impacto de las PASO en el comportamiento electoral

Chiesa también destacó que, para el Frente de Todos, la cantidad de candidatos que presentaban en las PASO no tenía un impacto negativo en su desempeño en las elecciones generales. Según él, esto puede deberse a varios factores, incluyendo la fidelidad partidaria, la coherencia de las alianzas y la efectividad de las estrategias electorales.

Para Fernando Chiesa, estos hallazgos no son solo académicamente fascinantes, sino que también tienen implicaciones prácticas para los partidos políticos. «Este estudio puede ayudar a diseñar estrategias electorales más efectivas, a entender mejor el comportamiento de los votantes y a contextualizar los resultados electorales locales en tendencias nacionales más amplias», afirmó Chiesa.

Finalmente, en vista a las elecciones de 2023, Fernando Chiesa compartió su perspectiva sobre las próximas PASO. Aunque enfatizó que las tendencias y los patrones pueden cambiar de una elección a otra, señaló que su investigación proporciona un marco útil para anticipar y comprender el comportamiento electoral en futuras elecciones.

Fernando Chiesa es Licenciado en Sociología (UBA) y maestrando en Estudios Electorales (UNSAM). Se especializa en investigación de la opinión pública, análisis electoral, comunicación política y campañas electorales. Director de Focus Research.

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/fernandochiesa

Twitter: https://twitter.com/ChiesaFernando

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Fernando Chiesa: «Las PASO transformaron el comportamiento electoral argentino»

Fernando Chiesa, sociólogo y director de la consultora Focus Research, compartió los principales resultados de su reciente estudio sobre el impacto de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) en el desempeño electoral de las agrupaciones políticas en Argentina. El estudio fue presentado en el Congreso Nacional de Ciencia Política, donde Chiesa integró un panel conformado por reconocidos expertos como Mario Riorda, Claudio Pedemonte, Juan Belbis y Federico Zapata. La investigación de Chiesa examina cómo las PASO influyen no sólo en la conducta de los votantes, sino también en las estrategias y discursos empleados por los candidatos y sus partidos. Además, explora la correlación que halló entre la cantidad de candidatos que presentan las coaliciones y su rendimiento en las elecciones generales, proponiendo posibles razones para este fenómeno.

El sociólogo y consultor Fernando Chiesa exponiendo en el Congreso Nacional de Ciencia Política
Fernando Chiesa exponiendo en el Congreso Nacional de Ciencia Política, junto a Mario Riorda, Claudio Pedemonte, Juan Belbis y Federico Zapata.

 

Tendencias en las PASO

El especialista en opinión pública señaló que «las PASO fueron instauradas en 2009 con la finalidad de democratizar la representación de los partidos políticos, de evitar que las elites partidarias seleccionen arbitrariamente a los candidatos, y de lograr mayor transparencia en las elecciones internas. Pero los efectos de las PASO se han extendido más allá de sus propósitos originales”.

Desde la primera edición de las PASO en 2011, Chiesa observó una disminución en la participación electoral, desde casi el 78,7% en su primer año hasta un 67,8% en 2021. A valores de hoy, esa caída de participación es equivalente a más de 4 millones de votantes. Simultáneamente, se ha registrado un incremento en la participación entre las PASO y las elecciones generales, con un aumento promedio de tres puntos porcentuales, lo que equivale a cerca de 1 millón de votantes. «Una posible explicación a este fenómeno es que los electores perciben la elección general como más relevante porque es en esta instancia donde se definen los cargos, lo que incentiva más a votar», explicó el analista político.

Además, el consultor explicó que, desde 2015, el voto en blanco siempre ha sido mayor en las generales que en las primarias: “a simple vista parece contraintuitivo, porque al haber menos candidatos pareciera más probable que haya electores que no se sientan representados y se vuelquen al voto en blanco. Pero la evidencia empírica muestra exactamente lo contrario”.

Para explicar este fenómeno, Chiesa propone dos factores no excluyentes. En primer lugar, que el incremento de participación entre las PASO y las generales se trate de votantes que se vuelcan a candidatos específicos en lugar del voto en blanco. En segundo lugar sugiere que podría existir un componente de voto estratégico, ya que los votantes disponen de más información sobre el desempeño de los candidatos después de las PASO.

«Imaginemos a alguien que votó en blanco en las PASO porque no se siente representado por ningún candidato. Pero al ver los resultados, observa que el candidato que más rechaza salió primero, por lo que decide en la elección general dar su voto al candidato que más posibilidades tenga de ganarle al que más rechaza. Si esto ocurre con una magnitud suficiente, deberíamos encontrar no sólo una reducción del voto en blanco en las generales, sino también una mayor concentración del voto en las opciones más competitivas”, explicó.

Candidatos en las PASO y su Rendimiento en las Elecciones Generales

En el estudio de Fernando Chiesa, uno de los aspectos más relevantes se refiere a la cantidad de candidatos que presentan las agrupaciones políticas en las PASO. “Con la implementación de las primarias, los partidos políticos pueden presentar 1, 2, 4, 8 candidatos o más si así lo desean. Esta variedad abre un abanico de posibilidades para las estrategias políticas, lo cual me llevó a plantear la pregunta: ¿cómo afecta el número de candidatos presentados por las agrupaciones políticas en las PASO? ¿es beneficioso o perjudicial para su desempeño en las elecciones generales?».

Su análisis, que comienza con un caso subnacional para luego probar su proyección a nivel nacional, arroja luz sobre las implicancias de esta dinámica en las elecciones de 2023.

«Durante las PASO de 2021, hubo cinco distritos en los que Juntos por el Cambio presentó cinco o más candidatos. Entre ellos se encontraba mi provincia, Tierra del Fuego. Tras las PASO, Juntos por el Cambio obtuvo el 37% de los votos, superando al peronismo en Tierra del Fuego por primera vez desde la institución de las PASO en 2011. Sin embargo, en las elecciones generales, el desempeño de la alianza cayó 8 puntos y quedó en segundo lugar. Chiesa propone un interrogante: ¿Tuvo que ver la alta cantidad de candidatos con la caída en el desempeño?

Análisis de Datos a Nivel Nacional:

Para profundizar en sus descubrimientos, Chiesa desglosó su metodología de investigación durante la entrevista. Reveló que había reunido datos del Frente de Todos y Juntos por el Cambio a nivel nacional, registrando la cantidad de candidatos, su rendimiento en las PASO y luego en las elecciones generales.

«A partir de estos datos, calculé lo que llamo ‘diferencial de rendimiento electoral’, que es básicamente la diferencia en el rendimiento entre las elecciones generales y las PASO para cada alianza», explicó Chiesa. «En algunos casos, este diferencial resultó ser positivo, mientras que en otros, como en Tierra del Fuego, fue negativo.»

Usando estos datos, Chiesa construyó dos gráficos de dispersión con una línea de regresión simple, uno para cada coalición. En estos gráficos, el eje vertical representaba el diferencial de rendimiento electoral, mientras que el eje horizontal indicaba la cantidad de candidatos. Cada punto correspondía al rendimiento de las alianzas en un distrito específico.

«Por ejemplo, el punto para Tierra del Fuego muestra un valor de 5 en el eje horizontal, representando a los 5 candidatos de Juntos por el Cambio. En el eje vertical, el valor es de -8%, correspondiente a su diferencial de rendimiento electoral», detalló Chiesa.

Lo que observó era intrigante: mientras que el gráfico de Juntos por el Cambio mostraba una tendencia clara de decrecimiento a medida que crecía la cantidad de candidatos, la del Frente de Todos no mostraba sensibilidad a esa variable. «Inicialmente me sorprendió», afirmó Chiesa.

Para confirmar estos resultados, Chiesa decidió realizar la prueba estadística de Spearman para evaluar la correlación entre ambas variables. «A partir de la prueba pude confirmar que para Juntos por el Cambio emergía una correlación negativa estadísticamente significativa, pero esta correlación no existía en el caso del Frente de Todos», reveló Chiesa.

«En términos prácticos, esto significa que en 2021, en los distritos donde Juntos por el Cambio presentó una gran cantidad de candidatos en las PASO, tendía a experimentar un rendimiento electoral inferior en las elecciones generales. En cambio, para el Frente de Todos, el número de candidatos que presentaban en las PASO en cada distrito – ya fuese 1, 2, 3 o más – no tuvo un impacto negativo en su desempeño en las elecciones generales», explicó Chiesa al concluir.

Factores de Influencia:

El experto también señaló varios factores que podrían influir en la retención de votos entre las elecciones primarias y las generales. Uno de ellos es la fidelidad partidaria. Chiesa sugiere que la lealtad de los votantes a un partido o agrupación puede jugar un papel determinante en la retención de votos de un partido entre las primarias y las generales. «En base a las encuestas que he realizado, el voto por afinidad partidaria suele ser significativamente más alto entre los votantes del FPV/FDT/UP, a diferencia de los votantes de JxC/Cambiemos», explicó. Esto podría explicar por qué el número de candidatos tuvo más influencia en el rendimiento de FDT que en el de JXC. Los votantes de FDT, incluso cuando su candidato preferido en las primarias no ganara, seguían apoyando a su coalición en las generales. “En este caso se cumplía la conocida máxima peronista que sostiene que ‘el que pierde acompaña’. En el caso de JXC, parece que esto ocurrió en menor proporción y otros factores acabaron siendo más determinantes en la decisión del voto”, argumentó.

Pero este no es el único factor que puede influir en la retención de votos. De acuerdo a Chiesa «La estructura de las alianzas es importante, si los partidos que integran una coalición mantienen ideologías, proyectos, propuestas y mensajes alineados, es más probable que los votantes respalden al ganador de las primarias», argumentó.

El tercer factor se centra en la estrategia electoral. «Algunas coaliciones pueden ser más efectivas al implementar estrategias que minimicen el impacto de tener múltiples candidatos. Por ejemplo, los candidatos ganadores podrían integrar a aquellos que no triunfaron en las primarias, ya sea sumándolos a su campaña o incorporando elementos de su discurso»

«Finalmente, existe un cuarto factor que puede influir en la correlación entre la cantidad de candidatos y el rendimiento electoral: la intensidad de la confrontación en las primarias«, planteó el consultor. Este concepto se refiere al nivel de conflicto y confrontación entre los candidatos en las primarias.

«Si las primarias se llevan a cabo en un ambiente de alta conflictividad y agresividad, los votantes de los candidatos que quedaron fuera de la contienda pueden sentir una mayor resistencia a apoyar al ganador en las elecciones generales. Esto se debe a la posibilidad de que los sentimientos negativos generados durante la contienda primaria perduren y disuadan a los votantes de respaldar a un candidato con el cual previamente se enfrentaron», explica Chiesa, “por eso es esencial que las coaliciones consideren cómo pueden minimizar este efecto para mejorar su desempeño en las elecciones generales.»

Además, afirmó que “estos son sólo algunos de los factores que pueden incidir en la retención de votos y no son mutuamente excluyentes. La política y el comportamiento electoral son fenómenos complejos que no se reducen a un único factor determinante. Cada elección es el producto de una multitud de influencias que actúan a la vez, y este estudio sólo arroja luz sobre algunas de ellas”.

Al comparar con datos históricos, Chiesa encontró que estas correlaciones varían en cada elección, pero un patrón suele repetirse: «en los años en los que hay elecciones presidenciales la sensibilidad de las alianzas a la cantidad de candidatos parece disminuir. Esto podría deberse a que los votantes se concentran más en el candidato presidencial que en los diputados».

Para finalizar, el sociólogo subrayó la relevancia de su investigación para los partidos políticos. «Este estudio puede contribuir a diseñar estrategias electorales más eficaces, entender el comportamiento del votante y contextualizar los resultados electorales locales en tendencias nacionales más amplias«, concluyó Chiesa.

PASO 2023

Como un adelanto hacia las elecciones de 2023, Chiesa compartió su perspectiva: “Dado que son presidenciales, deberíamos esperar una correlación menor a la de 2021. ¿Será así? Eso lo sabremos en poco tiempo más.»

Chiesa también reflexionó sobre la importancia de cómo se comunican los resultados: «El interrogante sobre qué interpretación prevalece tras las PASO al considerar quién se alzó con la victoria – si la suma total de votos de los candidatos de una alianza o el desempeño individual más destacado – va a jugar un papel crucial en el escenario postelectoral.» Chiesa usó el ejemplo de las PASO para la gobernación de Chaco, donde el gobernador Capitanich superó al segundo contendiente por 13 puntos. «Pero si preguntamos a la población quién ganó la elección, es probable que nos respondan que Capitanich perdió, ya que prevaleció la interpretación del desempeño de las alianzas, donde salió ganando Juntos por el Cambio»

Mirando hacia las PASO 2023, Chiesa anticipó una situación similar. «La manera en la que se comuniquen los resultados puede inclinar la balanza y activar el voto estratégico hacia una u otra dirección. Además está la pregunta sobre cómo mantener el caudal electoral luego de una interna con heterogeneidad ideológica-discursiva, o con una fuerte intensidad en la confrontación interna».

Para finalizar, Chiesa subrayó la importancia de que las elecciones sean percibidas como útiles y legítimas por los votantes. «En tiempos en los que las PASO son bastante cuestionadas, creo que el único modo en que las elecciones sean percibidas como útiles y legítimas para los ojos de los votantes, es que se sientan representados y que su voto tiene un impacto real en el resultado final.»